Hoy he estado viendo un reportaje de la retransmisión de un concurso de rejoneo que se celebra en Atarfe (Granada). El rejoneo no ha sido la única especialidad taurina del festival, pues también han participado un grupo de recortadores y otro de forçados portugueses.
Los recortadores son un espectáculo taurino consistente en burlar al toro jugando con él a base de recortes y saltos por encima del lomo del animal.
No es un espectáculo cruento.Es un espectáculo que aprovecha la acometividad del novillo para engañarlo hasta llegar, entre todo el grupo, a someterlo.
No se trata de un sometimiento que humille al toro. Es un enfrentamiento, cara a cara, de la maña del hombre y de la fuerza instintiva del principal protagonista de la fiesta: el toro.
Llega un momento en el que éste, disminuído en sus facultades instintivas de acoso y cansado ya de tanto correteo a lo largo y lo ancho del ruedo, permite que todos los que han estado jugando con él se arrodillen en un último homenaje a la casta y fiereza del animal y de la especie como tal. Cuando el juego finaliza, el toro es devuelto a los corrales sin que haya sufrido el más mínimo tipo de violencia. Están proliferando en estos momentos espectáculos taurinos que apuestan por "el recorte" como elemento insustituible de las fiestas patronales de muchos pueblos.
El caso de los forçados portugueses es diferente. Tampoco es cruento porque consiste en parar la acometida del toro, a cuerpo descubierto, agarrándose con todas las fuerzas posibles al cuello del animal, poniendo el cuerpo como escudo. Es el primero de una fila de una decena de forçados quien recibe la primer acometida que resulta ser un choque titánico.
Rápidamente acuden a ayudar a su compañero el resto del grupo cuando éste ha sido capaz de encumbrarse al lomo, momento en que, con la fuerza y peso de todos los componentes son capaces de parar al animal para, sometido unos segundos, volverlo a soltar. Cuando es derribado el primero de la fila, en su intento de parar la acometida del toro, también acuden sus compañeros para distraer al toro de manera que produzca el menor daño posible al hombre que ha quedado a su merced y que puede ser corneado.
El momento del encuentro entre toro y forçado es emocionante por no saber quién va a vencer a quién. Tampoco lo someten a ningún tipo de castigo cruento. Eso sí, a diferencia de los recortadores que actúan con el novillo recién salido de chiqueros y que es devuelto a los mismos en el momento en que finaliza el espectáculo, los forçados actúan como relleno de otro espectáculo de rejoneo o de lidia a pie que, indefectiblemente, finaliza con la muerte del toro.
Frase del día:
"Lo particular, lo material es una infinitésima parte del Ser al que volverá. Y la vida es un continuo juego que se resuelve siempre con la victoria del ser más sagaz y más fuerte:la muerte"
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