¿Seremos campeones por tercera vez?

Ante el difícil encuentro al que se enfrenta la selección española de fútbol el próximo domingo, día 1 de Julio de 2012, contra una selección italiana que atraviesa uno de sus mejores momentos (así lo ha demostrado ayer, jueves, contra el potente equipo alemán), me pregunto cuál va a ser el resultado de este encuentro. 

Realmente no me importa mucho porque, cualquiera que sea el resultado, mi opinión sobre el papel de la selección española en esta Copa de Europa de 2012 no va a cambiar.

Hemos jugado como sabemos. Hemos mandado en el terreno de juego y con el balón. Hemos dominado los nervios. Hemos superado el lógico cansancio que produce participar en este tipo de competiciones. Hemos sido contundentes en la zaga, malabaristas en la zona media del terreno de juego pero no lo suficientemente efectivos en el ataque. No se puede pedir todo. 

La ilusión de todos los jóvenes que nos representan en la selección que ha sido capaz de superar las diferencias de los clubs a los que pertenecen y de las comunidades con las que se sienten identificados, trabajando juntos, como una piña, con una ilusión común ante situaciones de peligro comunes, es un reto a toda la sociedad española a la que dicen que, si se trabaja juntos, sin prejuicios y libres de partidismos, somos capaces de llegar con éxito hasta el final. Como así ha sido. 

Y recordad que "hasta el rabo todo es toro". ¡Suerte, maestros!.

¡Aupa, España!. ¡A por la tercera!.

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Seis o siete segundos

Dispongo de dos tomas de TV para poder acceder a los canales que proporcionan, por una parte, el TDT conectado a la antena digital de la comunidad en la que vivo y, por otra, la conexión por cable de fibra óptica que me facilita una empresa privada de comunicaciones.

No es que no me sienta, a veces, satisfecho de los servicios que me proporcionan ambos. Lo que me sucede es que me siento perplejo cuando, conectado el televisor que tengo instalado en la cocina y que únicamente recibe señal por la antena digital instalada en la comunidad para el TDT de todos los vecinos y, sintonizada una determinada cadena de TV y, cuando dispongo la activación de  la misma cadena en el terminal que tengo instalado en el salón y que recibe la señal a través de la conexión por el cable de fibra óptica que tengo contratado, constato que existe una diferencia en la recepción de idéntica noticia facilitada por la misma cadena a través de uno u otro sistema de comunicación, cronómetro en mano, de un retraso en la recepción de 6 ó 7 segundos. 

Puede parecer una apreciación que no merece la pena comentar. 

¿A qué conduce cronometrar la tardanza que se pueda producir en la recepción de una misma noticia dependiendo del medio físico por el que se transmite?. No conduce  a nada. ¿O sí?. 

Si la noticia que se  recibe supusiera tomar una determinación en la que, por la fracción de 6 ó 7 segundos de retraso, peligrase nuestra seguridad, sería absurdo querer justificar la tardanza que, ajena a nuestra voluntad, habría acabado con nuestra vida. No podríamos. 

¿Y si, basados en la fiabilidad del tiempo de trasvase de la información, perdiésemos el acceso a un puesto de trabajo?. 

¿Y si un gobernante de un determinado país recibiese con retraso la claudicación de un entorno hostil con un retraso de tiempo similar?. ¿Cuántas muertes innecesarias no se evitarían?.

¿Y si, por el retraso de un facultativo, perdiese la vida un enfermo afectado de un infarto de miocardio?.

¿Y si, por no cambiar en el oportuno segundo las agujas del cambio de vía de un tren, se produjese una fatal colisión?...

Me siento perplejo infinidad de veces y tengo miedo de que, en algún momento, solamente reciba la información a través de la fibra óptica de ese proveedor que tengo contratado.