Ante el difícil encuentro al que se enfrenta la selección española de fútbol el próximo domingo, día 1 de Julio de 2012, contra una selección italiana que atraviesa uno de sus mejores momentos (así lo ha demostrado ayer, jueves, contra el potente equipo alemán), me pregunto cuál va a ser el resultado de este encuentro.
Realmente no me importa mucho porque, cualquiera que sea el resultado, mi opinión sobre el papel de la selección española en esta Copa de Europa de 2012 no va a cambiar.
Hemos jugado como sabemos. Hemos mandado en el terreno de juego y con el balón. Hemos dominado los nervios. Hemos superado el lógico cansancio que produce participar en este tipo de competiciones. Hemos sido contundentes en la zaga, malabaristas en la zona media del terreno de juego pero no lo suficientemente efectivos en el ataque. No se puede pedir todo.
La ilusión de todos los jóvenes que nos representan en la selección que ha sido capaz de superar las diferencias de los clubs a los que pertenecen y de las comunidades con las que se sienten identificados, trabajando juntos, como una piña, con una ilusión común ante situaciones de peligro comunes, es un reto a toda la sociedad española a la que dicen que, si se trabaja juntos, sin prejuicios y libres de partidismos, somos capaces de llegar con éxito hasta el final. Como así ha sido.
Y recordad que "hasta el rabo todo es toro". ¡Suerte, maestros!.
¡Aupa, España!. ¡A por la tercera!.
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