domingo, 11 de marzo de 2012

11-M: In Memoriam

Hoy día 11 de Marzo del 2012 ha sido un día espléndido, primaveral pero seco. ¡Sin gota de lluvia en Madrid!. Y parece ser que la semana que entra...¡Lo mismo de lo mismo!.




Hay días en los que no  nos pasa nada, no nos sucede nada ni se nos ocurre nada sobre lo que poder escribir para establecer un tema que pueda resultar interesante.Quizás esa misma falta de anécdotas que plasmar  supone el reto que quien quiere realizarse como comunicador debe acometer. 


Y hoy mi bitácora no va a mirar hacia atrás porque hoy, precisamente hoy día 11 de Marzo, no es el más adecuado para recuerdos. Es que además no quiero recordar esa barbarie de hace ocho años que fue capaz de tamaño desatino. Esa barbarie que a todos los madrileños nos estremeció. Máxime cuando, por esa terrorífica insensatez asesina, perdieron la vida ciento noventa personas (dos muy cercanos a la Facultad de Informática en la que yo impartía clases en ese momento) de diferentes nacionalidades:  141 españoles, 16 rumanos, 6 ecuatorianos, 4 búlgaros, 4 polacos, 3 peruanos, 2 colombianos, 2 dominicanos, 2 hondureños, 2 marroquíes, 2 ucranianos, un brasileño, un chileno, un cubano, un filipino, una francesa y un senegalés. A todos ellos, viajeros de ese fatídico tren, les truncaron sus vidas sin ni siquiera sugerirles una razón por la que su muerte se pudiese justificar. Por eso hoy mi bitácora va a mirar hacia el futuro. 


Porque todos queremos que no se vuelva a repetir. Queremos que nuestros hijos y nuestros nietos puedan convivir con cualquier ideología política, cualquier religión o cualquier tendencia social con la que se sientan identificados. Si a algo tenemos derecho es a la libertad de poder elegir nuestro modo de vida sin que nadie nos trace caminos ni fije cuál ha de ser el destino al que debemos llegar. Como yo he sido capaz de elegir mi senda, les he orientado a cuantos han estado cercanos a mi entorno en dos líneas que me gustaría fueran  para ellos su vía de tránsito: la responsabilidad y, basada en esa responsabilidad, la sublime experiencia de la libertad. 
Si algún poder se había propuesto que el asesinato indiscriminado llegaría a  conseguir torcer el rumbo de nuestro barco o hacerlo zozobrar hasta llegar a conseguir su hundimiento, debió sentirse frustrado porque la libertad y el libre albedrío de un pueblo solamente se puede modificar con unas muy grandes dosis de razonamiento y sensatez.



IN MEMORIAM.


Frase del día:
"No son los cañones quienes mueven las ideas, sino las ideas quienes mueven los cañones".



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