martes, 20 de marzo de 2012

Lillo: homenaje debido

Hoy, día 20 de marzo de 2012, ha entrado la primavera. El día nublado y, a esta hora, algo de viento frío y una llovizna que deja los cristales de la mampara de esta habitación, perlados de gotitas que apenas se atreven a deslizarse entre sus compañeras cuando alcanzan el peso y tamaño adecuados para emprender el descenso hasta el límite inferior del ventanal. Espero que mañana, miércoles, le tome el gusto a la lluvia escasa de esta noche y siga lloviendo.


Ayer 19 y anteayer 18 de marzo no he podido publicar una nueva entrada porque me permití el capricho de tomarme dos días de asueto, Pero los he aprovehado. 
Me han llevado mis pasos a recorrer una población por la que siempre, sin quererla despreciar, había pasado sin interesarme en absoluto por lo que este pueblo pudiera ofrecerme.

Escudo de la Villa de Lillo

Vista aérea de Lillo


Y Lillo, que es una población que se encuentra entre las localidades de Corral de Almaguer y El Romeral  en la provincia de Toledo y que debe su nombre a la abundancia de lirios que crecían en sus lagunas, puede ofrecer al aficionado a deportes de aventura algunas tan emocionantes como cursos de paracaidismo y caída libre. 
Aeroclub

Está muy claro que no es lo mío. Yo salté desde un escalón cierta vez y me lesioné, dislocándome un tobillo. No lo repetiré. Admiro la destreza de quienes practican la caída libre, de quienes disfrutan al saltar en tandem con un monitor que asegura un aterrizaje sin problemas después de haber saltado desde 4000 metros de altura. Admiro las increíbles figuras que pueden formar en el aire los grupos de paracaidismo deportivo. Con todas las  opciones que se te ofrecen para convencerte de lo sencillo que es practicar este deporte, prefiero una vida en la que viva de modo que mis nietos no me recuerden como un aventurero que demostró un valor y una destreza inusitados.sino como alguien que fue capaz de admirar tamañas osadías pero que consideró que esos retos estaban destinados para otros más expuestos y más amantes del riesgo. 

Fachada bodega

Además Lillo nos puede ofrecer otro tipo de actividades para disfrutar el tiempo libre como un recorrido rural en bicicletas eléctricas, hípica y paseos a caballo, degustación de los buenos vinos de su bodega, 

Hostería El Convento

descanso en el convento de los franciscanos, hoy Hostería El Convento, que ofrece al viajero unas reconfortantes viandas de cocina de la zona y el silencio de la noche apenas interrumpido por el tímido ladrido de algún perro para poder ser despertado por los arrullos de las sempiternas tórtolas de la zona. 

Iglesia Parroquial de San Martín Obispo

Su Iglesia Parroquial de San Martín nos invita a  contemplar las características de un gótico tardío del siglo XV con sus tres naves de sillería, pilares fasciculados y arcos apuntados que rematan su construcción con una única torre lateral. En el recuerdo de estos dos días pasados entre Consuegra, Lillo y Belmonte quiero destacar los que me llevo de Lillo. Creo que mi error de tantas veces obviado este pueblo, como si de una población insignificante se tratara, merece el desagravio, por mi parte, de haceros partícipes, a todos los que me seguís,  de la existencia de esta villa que lo es desde 1430.

Frase del día:
"Lo que siempre te haya  parecido insignificante, puede llegar a sorprenderte".

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