miércoles, 14 de marzo de 2012

Otras historias de Don Quijote

Hoy miércoles 14de Marzo de 2012 el tiempo sigue anunciándonos que dejemos las ropas de invierno para ir sacando de los armarios las de entretiempo, Como los días anteriores hemos disfrutado en Madrid de un sol maravilloso, ausencia total de viento y ni el menor rastro de lluvia. Y en días como hoy dan ganas de salir de casa, meterte en el coche y salir a carretera para visitar alguna población cercana. No siempre es posible cumplir con esos deseos por eso me parece que contar otro modo de viajar también puede ser interesante.

No sé si alguno de mis seguidores habituales conoce El Toboso. Quiero que hoy, llevados o guiados un poquito de la mano por mi pluma me acompañéis en un corto recorrido que os sirva de aperitivo para hacer una escapada un fin de semana que os levantéis con ganas de andorrear.  



A "El Toboso" le viene el nombre de las muchas "tobas" o cardos grandes que abundan en estos lugares, aunque, en honor a la verdad, la última vez que estuve por allí, no vi muchas. No tuve tiempo de visitar las afueras de la villa.  De cualquier modo, visitar El Toboso supone, aunque uno no quiera, sumergirte de lleno en el mundo de la ilusión. Y ver en todas y cada una de las muchachas del pueblo a esa Dulcinea por la que Don Alonso Quijano llegara a perder la cabeza. La verdad es que vi más jóvenes foráneas que autóctonas. El turismo es, en este momento, para este pueblo castellano manchego,el gran legado y fortuna que no habrá crisis alguna que pueda hacer desaparecer. Porque la patria de Dulcinea es uno de esos pueblos que la imaginación de un genio como Cervantes nos ha dejado como legado y en el que cualquier recoveco vulgar se hace excelso y cualquier rincón , por muy insignificante que parezca, puede hacer que surja en tu interior el alma del Hidalgo Manchego que sería capaz, por el amor de su amada, de afrontar las odiseas más insospechadas. 

Puede ser que un rebaño de ovejas que vuelve al atardecer al aprisco, te haga imaginar que se trata de un ejército de guerreros bien uniformados que avanzan contra tí, entre una confusa polvareda e incompresibles gritos parecidos a balidos,  a los que hay que atacar y derrotar para que rindan el tributo de tu victoria a tu dama aunque el resultado de la batalla pueda ser una soberana paliza propinada por los pastores o algún que otro mordisco del perro pastor del rebaño. 


Sin duda es posible que, ante las esquemáticas esculturas en hierro ennegrecido situadas en la plaza principal, surja de tu interior el caballero que es capaz de ofrendar su lanza a la dama de sus sueños o la dama que recibe, gentil, la ofrenda de vasallaje de tan esforzado amante. 


No será extraño que desees realizar la alucinante cabalgadura por los mundos de tu ilusión a horcajadas sobre tu "Clavileño" estático y torpe del patio de la "Casa de Dulcinea" 
ni que quieras reposar, después de una suculenta comida entre "duelos y quebrantos" degustada en cualquiera de los restaurantes de la villa,. en las cámaras señoriales del palacio de la amada. 


Ni de que si los " duelos y quebrantos" te han producido más quebrantos que duelos, debas utilizar, discretamente, la sentina y limpiar y refrescar, posteriormente, tus duelos y tus nalgas en la bañera de la galería superior. 



Os deseo una feliz visita porque estoy seguro de que, si no conocéis El Toboso, después de leer estas pocas y pobres líneas, arderéis en deseos de vivir una experiencia similar.  

Frase del día:
"Si las ilusiones no se pueden realizar, se transforman en decepciones que nos acompañarán hasta el final de nuestras vidas".

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