miércoles, 29 de febrero de 2012

Días de relleno.

Hoy finaliza febrero de 2012. Miércoles 29, con todo el peso de los días de la parte intermedia de la semana. Ha sido uno de esos días que pasan por nosotros, o nosotros pasamos por ellos,  sin que  suceda algo importante. Un día que ni el mismo se considera necesario. Podría desparecer del calendario y todos podrían celebrar su cumpleaños en el día en que nacieron.


Habrá quienes consideren importante que el mes se haya despedido con una victoria de la selección española de fútbol, en un partido amistoso celebrado en Málaga contra la selección de Venezuela (5 a 0 a favor de España). Yo no sé qué decir al respecto. 

Para otros quizás les resultó agradable sestear al sol con una temperatura envidiable en las horas centrales de la tarde. Yo he sentido envidia. 

Puede ser que, al menos, les haya resultado a más de uno simpático ver a la anciana que, sin faltar día alguno, vuelca su bolsita de pan desmenuzado sobre la acera para sentirse más viva cuando los gorriones y las palomas vuelan, inquietos, a comerlo y  la rodean. Yo hace unos días que no la veo 

Hay quien se habrá asomado a la ventana al oír la algarabía de los alumnos que, perfectamente ordenados, avanzaban de dos en dos, enlazados de la mano, volviendo al colegio después de asistir a alguna actividad extraescolar. Yo he sido uno de esos curiosos y he sentido cierta nostalgia recordando mis años de docente. 

Sin duda en los bancos de la acera de la avenida de Monforte de Lemos que están orientados al sur, junto a la Vaguada, habrán descansado los jubilados de siempre observando a las viandantes con cierta envidia por su presteza al caminar y la elegancia de su contoneo. A mí también me resulta desagradable no poseer la misma presteza de mis años anteriores y tener que desplazarme despacio, como si me pesaran los pies. 


Muchos habrán visto por televisión, repetidas veces, las protestas y revueltas de los estudiantes exigiendo sus derechos a una educación pública digna. Me habría unido a ellos pero sin participar en la violencia que, cuando maduren lo entenderán, no conduce a casi nada positivo. 


Y yo, no sé si un 48% más de una población encuestada, me he atrevido a prever el gasto innecesario para este momento, de una huelga general anunciada. La anterior del 14 de diciembre  de 1988  la pasé en Simancas (Valladolid) donde me había desplazado con mi hijo Rubén para dar unos cursos de Ofimática a los funcionarios del Archivo Histórico de esta ciudad. No sé cuánto se perdió. Yo gané el conocimiento de la riqueza histórica del  Archivo y la de descubrir un pueblo en el que, como entonces, cuando vuelvo, me sigue oliendo a pan recién cocido y a asado de cordero.



Ya ha finalizado febrero y no me ha parecido que haya sucedido algo que deba ser destacado.

Frase del día:
"La exigencia del cumplimiento de nuestros derechos no debe entorpecer el cumplimiento de los derechos de los demás"

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