domingo, 12 de febrero de 2012

Lo efímero de la belleza



No creo que pueda existir algo más bello que la belleza que muestra una flor de cactus.
Son éstas las que tomé en una instantánea  el día quince de junio del 2010. Lo equilibrado de la belleza de sus colores que te invitan a ser insecto para libar su néctar y esparcir su polen desmerece si se compara con la belleza que supone para nosotros los humanos poderla contemplar apenas veinticuatro horas. Una mujer es bella dos cuartas partes de su período vital. Pero una flor de cactus ha sido dotada de la belleza permanente durante todo el tiempo que la naturaleza le permite vivir.
En estos fríos días del mes de febrero del año 2012 quiero rendir un homenaje a esas flores de cactus que, todos los inicios del verano, me hacen sentirme más hermosa y cálidamente feliz.

Reflexión:


"Ya que no se nos ha permitido disfrutar de la belleza de lo efímero, procuremos hacer eterna la belleza que, sin duda, todos tenemos en nuestro interior."

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